La lucha por la regulación del cannabis en Argentina tiene un rostro femenino prominente, con mujeres abogadas y activistas liderando el llamado a una política de drogas basada en la justicia social.

¿Sabías que más del 50% de las mujeres presas en Argentina están por causas de drogas?
En América Latina, entre el 40% y 75% de las mujeres privadas de libertad están encarceladas por delitos vinculados a drogas. En Argentina, la mitad de las mujeres en prisión fueron condenadas por este tipo de causas. La mayoría son madres solteras, jefas de hogar, sin acceso a educación ni oportunidades laborales reales.
La abogada Bettiana Melar lo resumió así: “El sistema penal fue creado por y para hombres. No contempla la maternidad, el ciclo menstrual ni las violencias específicas que sufrimos las mujeres en prisión”.
En el contexto de la penalización del cannabis, las mujeres ocupan los eslabones más bajos de la cadena del narcotráfico: son ‘mulas’, ‘portadoras humanas’ o microtraficantes que ingresan al sistema carcelario por intentar sostener a sus hijos.
La criminalización no solo encierra cuerpos, sino que reproduce exclusión social, pérdida de custodia, estigmatización y violencia institucional. Esta perspectiva de género es clave si Argentina quiere avanzar en una regulación del cannabis que realmente repare, incluya y transforme.
Un aplauso de pie a Las que cultivan redes (y medicina)
Mientras el Estado persigue, las mujeres se organizan. La Lic. Paula Saavedra compartió cómo en Chubut muchas madres cruzaban a Chile escondiendo aceites para sus hijxs con epilepsia. De esa urgencia nació una red: cultivaron, se capacitaron, se aliaron con científicxs, veterinarias, ONGs.
Y así nació la Red Cannabis Patagonia.
Como ella misma dijo: “Cultivar fue solo el primer paso. Lo que creamos fue comunidad.”
Abogadas que se plantan (en tribunales)
Algo que no puedo dejar de resaltar de esta jornada en San Juan es que la mayoría de las voces que tomaron la palabra eran mujeres. Muchas de ellas abogadas. En ese sentido, la Red Federal de Abogacía Cannábica es un ejemplo de resistencia organizada. Mujeres como Bettiana, Cecilia Parellada, Rocio Paz y muchas más no solo defienden legalmente a cultivadorxs, usuarias o pacientes. También están escribiendo el nuevo marco legal.
Están diseñando una regulación integral, feminista y justa.
Por su parte, La Dra. Laura Godoy, desde Mendoza, habló de lo que implica construir una ley desde adentro del Estado. Contó las trabas, las idas y vueltas, los ministerios que no responden, los artículos bochados y las noches enteras pensando cómo reglamentar algo que no siempre se entiende.
“Nos animamos entre provincias. Nos preguntamos ‘¿vos por dónde andás?’. Así vamos sacando los pies del barro para que esta planta deje de ser excusa para castigar y pase a ser herramienta para sanar.”
Igualmente, felicito a la comunidad sanjuanina por sostener y amplificar estos espacios liderados por mujeres. Porque cuando nosotras tomamos la palabra, también transformamos las leyes
Es hora de que el sistema legal vea y valore el rol crucial de las mujeres en esta transformación, asegurando que la justicia no solo sea ciega, sino también equitativa.