Era una fría mañana del 20 de agosto cuando recibí un mensaje de Sol productora de la THC Expo en WhatsApp. Lo leí, suspiré y pensé: “Mierda, no voy a la expo.” No me sentía lista, las ventas estaban bajas y el ánimo por los suelos. Pero ahí, entre la incertidumbre y el miedo, nació algo grande.
Agosto fue difícil: ventas escasas, falta de planificación y el monstruo de la procrastinación a cada paso. Estuve a un respiro de rendirme, pero Sol me dio un mes más para decidir. Y como ocurre cada año en Chile, septiembre llegó con su magia de primavera y fiestas patrias, un aire renovador que le devuelve a todos las ganas de hacer. Decidí intentarlo una vez más.
La chispa de septiembre
Septiembre trajo oportunidades. Retomé proyectos de community management que llevo años manejando, una relación de amor-odio que me ha sostenido económicamente. En este impulso, la propia THC Expo me ofreció el puesto de community manager, y así me embarqué en esta aventura: un stand, un desfile, y la misión de subir los contenidos.
Lo que parecía un reto titánico se convirtió en una de las experiencias más gratificantes de mi vida. A veces no tienes ni idea de lo que estás haciendo, pero si pones el corazón, las cosas simplemente fluyen.
Preparación para el desafío
Sabía que este evento exigía lo mejor de mí, así que inicié una pequeña rutina de autocuidado: trotar en las mañanas, meditar, escribir un diario de gratitud, reducir mi consumo de c+ann+bis, hacer microdosis de psilocibina y tomar melena de león. Descubrí que mis mejores decisiones no vienen del dinero, sino de la pasión. Como emprendedora, el sacrificio es inevitable, pero si no lo disfruto, no vale la pena.
Con el propósito claro y la fe en que todo pasa por algo, me levanté en mi pequeño taller (también conocido como mi casa jajajaj) y decidí que iría a la expo, pero esta vez, con lo que tenía a mano.
El stand: creatividad y recursos limitados
Sin presupuesto para grandes decoraciones, usé lo que ya tenía: los manteles de mis talleres, una tela de cáñamo sobrante, y el espejo de mi cuarto, decorado con un vinil para pared que venden en patronato, por si lo quiere hacer ustedes. Los percheros y el maniquí fueron prestados, y el afiche de Nnabica fue un pendón reciclado. No hubo merchandising nuevo; debía elegir entre el merch o los materiales para las poleras. Así, aprendí una lección valiosa: aceptar y valorar lo que tienes, sin comparaciones ni expectativas desmedidas.
El desfile de prendas de cáñamo
Soy una creativa, no una diseñadora de moda ni gráfica, pero tenía claro lo que quería hacer: algo sencillo y auténtico. Con un rollo de tela de cáñamo en mano, comencé con lo más básico: una polera. Con la ayuda de Omar y su primo en su taller, mis ideas tomaron forma. Empecé a aprender a coser, un proceso que me conectó con mi madre, así que creo que es una forma de honrrarla y agradecerle.
Junto a mi amiga Bonamy, teñimos las prendas, charlamos un rato, y entre fumaditas, compartimos un momento de terapia creativa. Estas prendas se convirtieron en algo más que ropa; eran un símbolo de trabajo en equipo, amor y resiliencia.
Amigas y Socias: La Red de Apoyo
Al frente del stand, tuve la bendición de contar con personas clave en mi vida, mujeres que se han convertido en amigas y socias. Trabajamos colaborativamente, y esta vez no fue la excepción.
Gracias, Ignacia: Ignacia fue el equilibrio que necesitaba. Me ayudó a estructurar cada idea cuando mi cabeza estaba llena de nuevos conceptos. Con su voz calmada y sabia, fue mi guía y compañera de aventuras. Tenerla cerca este año ha sido uno de los mayores aciertos, y nuestra amistad y complicidad crecieron en el proceso.
Gracias, Barbie y Trinidad Esperanza: Amiga, este año estás esperando a tu bebé, un sueño que tanto deseabas. Y, aun así, estuviste ahí, apoyándome, trabajando codo a codo. Aunque traté de que no hicieras mucho, tomaste el control como siempre, y eso me dio tranquilidad.
El Poder Brasileño: Angie y Bruna
La vida me regaló a dos brasileñas maravillosas que iluminaron el proceso. Angie y Bruna no solo estaban pendientes de cada detalle, como preguntarme si había comido, o invitarme un caño cuando se podía fumar, sino que también me llenaron de energía y de risas. Igual aprendí que cuando uno quiere algo y se lo pide al universo con amor, todo lo demás llega solo.
Gracias Cata, encargada de usar mis redes sociales mientras yo me inventaba el discurso que improvisé en la pasarela (jajaja). Como todos los años acompañandome en cada expo ¡gracias totales!
Clientas que se Atrevieron: Modelos en su Primer Desfile
Liderando con valentía y estilo, algunas clientas se animaron a participar como modelos, aun sin experiencia previa.
Gracias, Andrea y Nalli: Ellas demostraron que el coraje y la confianza son lo más importante al subirse a una pasarela. Agradezco su valentía y el haber confiado en mi trabajo para representarlo frente al público de la expo.
Gracias, Vivi de Buenos Humos: Desde la Quinta Región, Vivi llegó con su buena onda y creatividad. A ella la conocí en un canna spa para mujeres, y desde entonces admiro su estilo detallado y su originalidad. Verla en la pasarela, transmitiendo buena vibra, fue un regalo.
Gracias, Marianny: Marianny es una guerrera que conoce bien el ritmo de estas experiencias. Llegó puntual, se cambió y desfiló con la seguridad que la caracteriza. Es una mujer activa y poderosa, y me honra que me acompañe siempre.
Gracias, Maricel: Es una mujer con una guaramo increible, capaz de lograr todo y por supuesto en esta THC fue modelo pero también estuvo presente ayudandome en todo. Tremenda!!
Influencias del Rubro: Amistades con Conexión Especial
El desfile también fue la oportunidad de contar con mujeres del rubro que compartieron su entusiasmo por Nnabica.
Gracias, Luna: Luna fue una de esas conexiones inesperadas. Con su carisma y sus detalles como los aros de marihuana en oro que llevaba el día que la conocí, hicimos clic a instante. Se llevó media tienda (jajajaj) y, con cada palabra de aliento, me recordaba la razón por la que amo hacer esto.
Gracias, Paola: muchas veces me ha traido los pies a la tierra en el mundo de los negocios. Su sinceridad, incluso en los momentos duros, ha sido vital en mi crecimiento como emprendedora. Su presencia en la expo fue natural y desestresante, recordándome el verdadero valor de la sororidad.
Gracias, Alexandra: Mi amiga argentina, aunque llegó un poco tarde, se unió a la pasarela con el corazón. La invité mientras se probaba una polera el sábado, y su disposición instantánea fue un recordatorio de lo importante que es rodearse de personas que te apoyan sin condiciones.
Gracias, La Cata Grower:
Me encanta la energía que transmite Cata, su estilo vibrante y lleno de color. Más que una clienta, es una aliada. Estoy profundamente agradecida de contar con ella y emocionada por las lindas colaboraciones que vienen en camino.
Gracias, Dani
Quisiera destacar y adaptar unas palabras poderosas que escuché de Dani: “Todas somos y pertenecemos a esta comunidad, independientemente de quiénes seamos”, porque nos une el amor por la planta. Y ese amor nos invita a ser parte de algo más grande. Agradezco su participación en el desfile y su forma de inspirarnos con su autenticidad y su amor por la comunidad.
Gracias, Sol
Una vez, conversando las dos, en una de esas noches en que la presión estaba al límite, en que una corrección más nos iba a volver locas, me dijiste que lo que te hacía ser como eres y lograr todo lo que habías logrado, son las personas que tienes a tu alrededor y poder contar con ellas. Amiga mia y tienes toda la razón.
Porque somos un todo, cada persona con la que nos conectamos nos enseña, nos ayuda, nos hace crecer. Gracias por ayudarme a crecer, por brindarme herramientas para lograrlo, por darme calma cuando lo necesitaba, por no juzgarme y darme soluciones. Espero poder replicar tu enseña, porque la idea es crecer, en eso creemos como mujeres emprendedoras y hay que llevar el mensaje a todas.
Los Hombres en la Pasarela
Para mí, fue muy especial ver a hombres como Felipe y Gabriel en el desfile. Me encanta que cada vez más hombres aprecien y entiendan que la ropa no tiene género. Gracias por apoyar Nnabica y llevar con estilo nuestra visión de un mundo sin barreras de género en la moda.
Reflexiones finales
Este evento me enseñó que no puedo hacer todo sola, ni tampoco necesito hacerlo. A veces, como emprendedora, me esfuerzo demasiado y me olvido de lo que realmente importa. Este año aprendí a soltar, a aceptar que el proceso es tan importante como el resultado, y que las personas que me rodean son el mayor tesoro en este viaje.
Gracias a todos los que hicieron esto posible, a mi familia que siempre me apoya, y a mi mamá, que desde el cielo me cuida y guía cada día.
Lecciones que aprendí:
- No compararme (porque el desfile de Hightrip estuvoooo increíbleee, lo admiro mucho además)
- Hacer con lo que tengo, sin esperar lo ideal.
- Amar los errores como parte del proceso.
- Valorar la lealtad.
- Actuar por amor y no por dinero.
- Soltar expectativas y confiar en el proceso.
Por último, gracias a mi por ser unaaa guerrera. Me quiero mucho y gracias a ustedes lectores, por llegar hasta acá tienen un descuento en sus compras, si me escriben por cualquiera de mis canales: Quiero mi descuento