La vida como emprendedora ha sido toda una aventura, incluyendo las metidas de pata, las malas y buenas inversiones, las amistades, y las relaciones. Semana a semana, les contaré cómo va la experiencia, las decisiones que tomo y los resultados que obtengo. No soy una experta en marketing, ni una emprendedora con millones en la cuenta. Soy solo una humana con muchos errores y muchas aventuras que contar. En este primer artículo te cuento mi experiencia como vendedora ambulante en el concierto de Karol G y en Parque Almagro.
Mi Motivación para Escribir
Siempre he tenido ganas de escribir y contar historias, por eso comienzo este diario como emprendedora, para compartir todo lo que va pasando. Se viene divertido.
Esta idea nació cuando fui a vender como vendedora ambulante en el concierto de Karol G, y en el Parque Almagro. Las narraré en capítulos porque, de lo contrario, escribiría un libro y no quiero aburrirles. Vamos al primer cuento.
Capítulo I: El Concierto de Karol G en Chile
Para ponerles en contexto, hace unos años dejé de trabajar para empresas privadas. Ahora tengo una tienda en Barrio Italia de jueves a domingo y durante la semana tengo varias pegas: hago uniformes, manejo redes sociales y lo que sea que me permita pagar las cuentas a fin de mes. Por cierto, estoy escribiendo un artículo sobre el ego del emprenderor que leerán más adelante en dónde me pregunto ¿cuán grande es mi miedo para dejarlo todo y dedicarme solo a Nnábica?
Las Ventas Bajaron
Las ventas han estado muy bajas y mis ingresos no son los mismos que antes. Los primeros tres meses casi no trabajé en mi estrategia digital, por miedo, depresión y aburrimiento. Eso fue un grave error.
Una pyme sin estrategia es como un barco a la deriva, sin rumbo ni destino claro. La falta de planificación y dirección puede llevar a decisiones impulsivas y mal fundamentadas, lo que aumenta el riesgo de fracasos. Sin una estrategia, es difícil tener objetivos claros y alcanzables y te lleva a tomar decisiones alocadas como ir al concierto de Karol G como vendera ambulante por ejemplo.
El Plan para el Concierto
Cuando supe que Karol G venía, quería ir al concierto sí o sí, pero estaba tan endeudada que me dije: “Este es un lujo que no me puedo permitir ahora”. Así que se me ocurrió la brillante idea de vender ropa fuera del concierto. Como ya les dije, un emprendimiento sin estrategia son ideas sueltas esperando un milagro. Le conté la idea a dos amigas que dijeron: ¡Sí! Menos mal, porque sola no me hubiese atrevido.
La Preparación
Necesitaba dinero para comprar materiales, pero no tenía nada en la cuenta. Entonces decidí hacer lo mismo que hago con mi tienda Nnábica: tomar prendas de segunda mano e intervenirlas. Mis amigas y yo las transformamos y quedaron preciosas. Estaba feliz con el resultado.
Día del Concierto
Era viernes, 19 de abril, el primer día del concierto. Estaba muy nerviosa, pensando que podrían meternos presas jajaj, pero ahí estábamos, dispuestas. Montamos el perchero y empezamos a colgar las cosas. Los policías no dijeron ni hicieron nada, hasta que minutos despupes llegó una camioneta blanca llena de pacos y los vendedores ambulantes comenzaron a correr. Nosotras recogimos todo rápidamente y comenzamos a caminar. Mi amiga Ignacia ya me había advertido que lo mejor era llevar las prendas en la mano pero yo decía ¿Queee?? Ni loca. (activo el Ego del emprendedor)
Vi con tristeza cómo destruían el puesto de una chica que vendía ropa, hacía maquillaje y peinados y a una señora que peleaba con uno de ellos y les pedía que no se llevaran sus cosas. Quería ayudar, pero en el camino del emprendimiento, a veces es inevitable dejar a algunas personas atrás. No es una cuestión de egoísmo, sino de reconocer nuestras limitaciones y la necesidad de priorizar.
La Venta y la Emoción
Nosotras seguimos adelante, gritando: “¡Ropa personalizada de Karol G! ¡Dale una segunda oportunidad a la ropa y no a tu ex!”. Vendimos casi todo. Más tarde, nos dimos cuenta por las redes de Karol G que nos habían grabado vendiendo nuestras cosas. Gritamos de emoción, fue un día hermoso lleno de agradecimiento y aventuras.
Capitulo II: El Día del 420
Al día siguiente, era el 420 (20 de abril) y los cannábicos salimos a celebrarlo. Pensé en repetir la experiencia de venta. Me puse mi mejor outfit cannábico y me fui al Parque Almagro a las 2:00 pm para esperar las 4:20.
Segunda Venta
Esta vez llevé el perchero y fui con mi amiga, a quien había contratado por los tres días: viernes, sábado y domingo. Llegamos todo parecía estar bajo control, la gente comenzó a mirar la ropita y yo me conecté con esa energía. Aunque aún no había vendido nada, conectar con las personas también me hace feliz.
Mi amiga había dejado mi celular cargando en su casa, cerca del parque. Después de las 4:20, pensé que estaría bien quedarme sola un rato, así que no creí que hubiese problemas. Pasó media hora cuando todo comenzó a ponerse tenso, la energía había cambiado. Recuerdo que unos chicos que pasaron, todos malotes, me descolgaron una prenda.
La Experiencia de Miedo
A unos metros de distancia, se escuchaban unas personas gritando y los amigos que vendpian comida al lado de mi puesto me dijeron: “llegaron unos tipos y asaltaron un puesto”. La gente comenzó a correr y yo, muy asustada, guardé todo. Mi corazón latía con fuerza, no quería perder mis cosas. Logré guardar todo y me acerqué a una chica que estaba cerca para que me prestara su celular y así porder escribirle a mi amiga y decirle que me iría.
Minutos después de terminar de escribirle, comenzó una avalancha de gente corriendo como locos. La policía había empezado a dispersar a las personas con agresiones y perdigones. Fue horrible. Corrí contra la marea con mi maleta y perchero, y me metí en una calle para esperar a que todo se calmara. Luego, me alejé del lugar como pude.
Después de todo ese susto, pude ubicar a La Mino que venía caminando con una sonrisota y un caño en la mano sin saber qué había pasado. Ahí volví a respirar tranquila.
Cabe destacar que este evento no fue autorizado y pasó lo mismo en parque bustamente con una activación que realizó En Vola. Aunque el movimiento cannábico ha ganado tracción y visibilidad en los últimos años, aún enfrenta barreras legales y sociales.
Además, la organización de eventos requiere cumplir con normativas legales, permisos, y medidas de seguridad, lo cual puede ser un desafío cuando se trata de actividades relacionadas con el cannabis y ¿Quién o quienes se mojan el potito para que eso suceda? (sonidos de grillos)
En cuanto a la seguridad, la presencia policial podría ser un factor positivo si se maneja adecuadamente. La policía puede resguardar la seguridad de los asistentes, prevenir delitos y controlar situaciones de emergencia. Sin embargo, esto requiere un enfoque colaborativo y de respeto mutuo entre los organizadores, los asistentes y las autoridades, cosa que actualmente NO EXISTE
Algunas noticias de ese día nos dejan muy mal parados como comunidad:
“Media volaita”: Vecinos denunciaron deplorable estado en Parque Almagro tras masiva actividad 4/20
VIRAL. Captan nube de humo sobre el Parque Almagro de Santiago por celebración del “420”
Reflexiones
Este día fue una mezcla de emociones: miedo, adrenalina y gratitud. A pesar de todo, la experiencia me enseñó mucho sobre resiliencia y adaptabilidad. La vida como emprendedora es una montaña rusa, llena de altibajos, pero cada día trae una nueva lección.
Cuando no analizamos las cosas y los riesgos que tomamos al vender ambulantemente en la calle, nos exponemos a peligros significativos. Lo viví en carne propia ese día en el Parque Almagro. La falta de planificación y evaluación de los posibles riesgos no solo puede poner en peligro tu negocio, sino también nuestra seguridad personal.
Próximamente, les contaré más sobre estas aventuras y cómo sigo aprendiendo en este camino. ¡Gracias por acompañarme en este viaje!
