La cannabis, como muchas otras cosas en la vida, tienen muchos efectos positivos, pero también puede convertirse en un hábito que nos afecta de maneras que no esperábamos. Aunque cada persona es diferente, hay ciertos signos o “red flags” que pueden indicarnos que es hora de reconsiderar el consumo. Aquí te comparto mis 5 red flags para “bajarle dos” a la cannabis:

1. Olvido todo, incluso cuando hablo se me van palabras.
¿Doris te suena familiar? Este es uno de los signos más frustrantes para mí. Me encuentro olvidando detalles importantes, perdiendo el hilo de conversaciones, o simplemente en blanco cuando trato de recordar una palabra específica. Esto no solo afecta mi productividad, sino también mi confianza al comunicarme con los demás. Una vez muy volada se me ocurrió decir que si a una entrevista y no pude recordar por qué estabamos marchando en la marcha cultiva tus derechos de Movimental, me sentía fatal por eso, porque creo que tenemos que ser responsables con nuestras palabras, sobre todo porque estamos luchando por cambiar la percepción de las personas de quienes somos usuarios de la cannabis.

2. Mi mente me traiciona y se vuelve mi enemiga.
Cuando consumo demasiado, mi mente se vuelve un espacio de batalla. Pensamientos negativos, dudas constantes y sentimientos de inseguridad comienzan a dominar ¿Ya vieron intensamente? mi mente se siente como esa computadora que genera miles de proyecciones a la vez. En lugar de sentirme relajada o creativa, termino atrapada en un ciclo mental que no me deja avanzar.

3. Mis niveles de ansiedad suben.
La cannabis suele relajarme, o desinhibirme, porque naturalemente soy preocupada o estresada, pero muchas veces en vez de hacer eso, ha tenido el efecto contrario. Mis niveles de ansiedad se disparan después de consumirla, y a veces, el simple hecho de intentar calmarme se convierte en una lucha. Esto me ha hecho cuestionar si realmente me está ayudando a estar más tranquila o si está alimentando mi ansiedad.

4. No me cuido con la comida porque como lo que sea de manera exagerada todos los días.
Otra señal clara para mí es cuando empiezo a comer sin control. Mis elecciones alimenticias se vuelven impulsivas y desmedidas, lo que no solo afecta mi salud física, sino también mi bienestar emocional. El “munchies” puede ser divertido ocasionalmente, pero cuando se convierte en algo diario, ya no es una broma.

5. Estoy muy desconcentrada y de mal humor.
La desconcentración constante y el mal humor son quizás las señales más difíciles de ignorar. Me doy cuenta de que, en lugar de disfrutar de los efectos relajantes, me siento dispersa y de mal humor, y creo que el mal humor es porque dentro de mi comienza el pensamiento de: Ya tengo que hacer un detox, y esa frutación de no poder hacerlo, no poder decir no, afecta mi trabajo, mis relaciones y mi día a día.

Reflexión Final
Todos tenemos una relación diferente con la cannabis, y ojo que yo no soy una experta o terapeuta, si deseas más información de profesionales te recomiento el centro médico Cannasalud. Para mí estas son solo algunas de las señales que me indican que es hora de reconsiderar cuánto y cuándo consumo. ¿Te identificas con alguna de estas red flags? Quizás sea momento de parar un momento y pensar en cómo está afectando tu vida.

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